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Pensando la pintura

“...Desde que vi a Sorolla ando pensando que sería interesante hacer cuadros costumbristas de la época, como la gente sentada en la puerta de la casa tomando el fresquito o, los niños jugando en las plazoletas o, los pescadores aficionados en el muelle cuando cae la tarde”.

Hay que teorizar, vale como estímulo y aprovecho un extracto de tu mail para ensayar, aunque mis opiniones sean tan recusables como las de cualquiera,  y porque por muy aferrado a ellas que parezca sólo muriendo hoy, no aseguro que las cambiaré mañana.
Ensayo entonces:
No soy  afecto a pensar imágenes de ese tipo en pintura, soy de la idea de que tuvieron su tiempo.  Y su tiempo fue mientras no existió la fotografía (sin hablar ahora del Photoshop).  Es admirable ver un cuadro bien ejecutado en empaste, gestualidad y color con cualquiera de esos temas, pero lo que más admiraría sería la ejecución, aunque extrañaría algo menos pasado de moda.  Mejor dicho, un enfoque nuevo para esos mismo temas.  Podríamos copiar a Sorolla, pero sería un infortunio repetirlo. El peligro además de un nuevo Sorolla es que no llegue a superar al antiguo, lo que probablemente  no habría pasado con el auténtico porque él tomó lo que de nuevo le ofrecía su tiempo (el impresionismo), aprovechándolo a su manera sin traicionar ni lo suyo ni lo ajeno.  .
El renacimiento no pintó como Giotto, éste no lo hizo como los bizantinos; estos no lo hicieron como los romanos que a la vez no lo hicieron como los griegos.  En todas las culturas retrocederíamos para ver que lo precedente  fue distinto; así,  en arte puede admirarse todo lo hecho, pero hacia adelante se tenderá a lo diferente. 

La función inequívoca del arte parece ser la terca afirmación de la libertad, cuya única garantía de vida reside en ese ejercicio destructor y a la vez constructor de un modo nuevo de sentir la realidad, de verla y de recrearla.

Nelson Castañeda

Más allá de toda especulación o tendencia en las artes visuales, la pintura artística, se diferencia de cualquier otro tipo de pintura, en que su práctica no corresponde necesariamente a una demanda, sino a la búsqueda personal de un mensaje visual, que trascienda al material usado en sí, emergiendo detrás de las formas y los colores y sus tonalidades, un contenido que invite al espectador a explorar un camino que se recorre a través de las manos del mismo pintor. Siempre basándose en las técnicas elementales de la pintura como lo es la composición, el equilibrio, ritmo, forma, color y valor.

La pintura es la expresión de ideas, pensamientos y sentimientos en el papel, madera, paredes etc. Para esto el pintor necesita una habilidad para pintar y además una situación en que se base, es decir, un conflicto, problema, o situación en la que este se encuentre.

"El pintor persigue la línea y el color, pero su fin es la Poesía" --Rembrandt Harmenszoon van Rijn.